El 2019 fue un año de muchos retos que resultaron en aprendizaje, y quiero compartir contigo lo más impactante para mi por si te identificas y te ayuda en tu camino empresarial.
Pasé por la enfermedad de mi papá y más adelante su partida de este mundo terrenal. Esto ocurrió en un momento en el que tenía todo lo relacionado a mi negocio de consultoría en mercadeo planificado, mi tiempo estaba comprometido en los proyectos que manejaba. Pero a pesar de todo escogí sacar espacio para cuidar de mi papá y más adelante continuar su legado. Con esto te digo que mi tiempo disponible para la firma CoMark se redujo. En momentos pensaba que no era posible manejar todo lo que tenía en el plato, pero continuaba, y ahí es que aprendí que como dice Antonio Machado en su poema: se hace camino al andar. Este empuje me hizo reconocer una de mis mayores fortalezas: perseverar. Pero también en momentos de dificultad muchas veces identificamos nuestras áreas de oportunidad, esas que aprendemos a desarrollar y que te sacan de la comodidad pero cuando las logras dominar sientes gran satisfacción porque creciste.
También aprendí que en ese camino es importante sacar un espacio para detenerme a analizar todo el panorama y diseñar los próximos pasos porque las prioridades cambian. Lo que hace un mes era prioridad hoy puede cambiar por las nuevas circunstancias y si no pausamos es posible que no veamos el “big picture” y solo veamos lo inmediato.
La última pero no menos importante de las enseñanzas del pasado año es la importancia de cuidar de mi salud y no sacrificar tiempo de calidad para mi familia. Reconozco que en momentos de ajoro me desenfoqué, pero lo importante es que tomé acción tan pronto lo identifiqué. Pensé que pasar tiempo de calidad con mi familia es una de las razones por las que trabajo, ese es mi por qué y decido no esperar a lograr las metas para sacar tiempo, el momento es ahora por más trabajo que haya. De igual forma si no estamos bien de salud todo lo demás se dificulta, por eso es tan importante tenerla como prioridad en nuestras vidas.
En este momento de reflexión agradezco por los ángeles que Dios puso en mi camino y las piezas que movió para que continuara a pesar de las circunstancias, reconozco que no fue sola que pude salir a flote, y sin esa ayuda no hubiese sido posible.
Este mes de enero para mi fue de pausar, cuidar de mi salud y diseñar los próximos pasos soltando algunas cosas. Soltar cuando es opcional es difícil, pero si sabemos por qué lo hacemos, esa será nuestra respuesta cuando vengan cuestionamientos. De mi parte luego de reflexionar tengo las prioridades claras y puedo seguir perseverando en las metas de este 2020. Te invito a sacar tiempo para pausar y analizar el “big picture” y establecer tus prioridades de acuerdo a las metas que deseas alcanzar.
¡Como siempre te digo, seguimos!
Con cariño,
-Ana T. Brotons Gómez